viernes, 19 de julio de 2013

Ejercite su respiración con Horacio González

El actual director de la Biblioteca Nacional nos acerca otro pranayama o ejercicio de respiración, para aumentar nuestra capacidad de apnea. Leyendo en voz alta un artículo de H.G. por semana, una persona adulta puede fácilmente, al cabo de unas pocas sesiones, dominar la respiración circular y contener el aliento durante cinco minutos. En el caso de los niños, las adaptaciones son siempre impredecibles. Se ha reportado el caso de un niño en Villa Devoto que, sometido a la lectura diaria de estos artículos, se ha vuelto anfibio en menos de un mes y ya se habla de repoblar el Riachuelo.

Copiamos más abajo una de las rutinas. Escribe Horacio González:
Pero las nuevas señaléticas, que al menos han sacado la publicidad que otro intendente puso encima de los nombres reales –una calle podía llamarse Carabobo por debajo y Farmacity por arriba–, no impiden que se esté gestando un ensayo general de ciudad antagónica a los hombres, digresiva respecto del habitar, cercada por sitios artificiosos, réplicas falsificadas de otras memorias urbanas célebres, bares temáticos que son presa de abusos narrativos que descienden por vía directa de gastronomías de la globalización, desahuciadas de la gentil permanencia que supieron conocer antiguos frecuentadores del bar Ouro Preto o incluso en lo que queda del Tortoni.

(¡Dios y la virgen! No tenemos nada en contra de H.G., y hasta podemos estar a favor de lo que dice, pero su prosa se interpone entre nosotros y H.G.)

No hay comentarios: